martes, 21 de julio de 2009

Telecinco, los toros y la F1

Un poco más afuera de la órbita asistencial progre que Cuatro y La Sexta proporcionan al PSOE, aunque no muy lejos, esta cadena se está postulando, sobre todo últimamente con José Ribagorda, como una gran ponderadora de la fiesta nacional. Esa fiesta, herencia de los más bajos instintos humanos, que siempre pueden ser mucho mas sorprendentes y execrables que los instintos animales y basada en el sufrimiento mediante prácticas de humillación y tortura a los toros por parte de un individuo afeminada y ridículamente enmallado.
Sus cegados seguidores quieren ver arte en el maltrato animal. Y José Ribagorda, como no podía ser menos que ellos, además quiere que los demás, que entendemos de arte pero no de tortura, seamos espectadores de su apasionada afición y su devoción por aquel "meritorio" matarife llamado José Tomás.
No sé en qué momento, a través de qué nervio cerebral cruzado, que impulso eléctrico cambiado de voltaje o qué neurona perdida, una persona llamada ser humano, puede ver en un contínuo chorro de sangre brotando desde el lomo de un asustado animal, un momento de arte, un espectáculo. No entiendo tampoco por qué se llama fiesta nacional a lo que debería ser una verguenza nacional; rancia, extemporánea, cruel y falsa.
Falsa, porque no es cierto que sea animal y hombre frente a frente, en igualdad de condiciones, en una lucha noble Todo está preparado para que haya, como en sadomasoquismo, un dominador y un dominado; un ganador y un perdedor. No entraré en si los toros salen a la plaza limitados por torturas previas o diversas sustancias... pero además sale asustado, a un ruedo voceado por un emborregado público servil, predispuesto para ver una lucha de "gladiadores" con un claro favorito y este, héroe de la sangre, equipado con muleta, espada, cuadrilla, picadores y escapatorias.
El torero y organizadores son los que cobran, mucho, por este "espectáculo" tercermundista al que el toro no ha sido invitado, más bien forzado. El toro, como mucho, se quedará con la gloria de que coloquen su cabeza colgada de la pared de algún relamido cacique.
El toro, en libertad, es un animal muy noble, que solo reacciona cuando se siente seriamente amenazado. Todo lo contrario que el hombre, que es un animal de crueldad ilimitada, que amenaza para provocar una reacción.
No llego a explicarme cóno quizás, un enfervorecido espectador de estas caras matanzas gratuitas, puede a ser paralelamente, dueño de un perro, un gato o cualquier otro animal. Esta disfunción bipolar que le hace disfrutar tanto del cariño y gratitud de su animal, como del sufrimiento y la muerte del otro.
El principal valor del ser humano debe ser el respeto por la vida. Con permiso de nuestra irrepetible ministra Aido y su concepto de lo que es un "feto abortable", tanto de la vida de un ser vivo como de un ser humano.
¿Por qué este empeño del hombre en querer disponer a su antojo, capricho y/o negocio, de la vida de los animales?
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Respecto a la F1 y Telecinco, me impacta bastante que después de tantos años sirviendo su difusión televisiva, se niegen a mostrar la más mínima información de la misma, ni siquiera el día en el que se confirma que otro español tendrá la oportuniad de pilotar un F1. No había tiempo, como siempre, más que para hablar del Madrid, del Barcelona, de Beckham en los Galaxy y previamente de toros...
Mi enhorabuena sin embargo a A3, que si informa sobre lo que acontece tanto en F1 como en motociclismo, aunque no tenga los derechos de ninguna de estas competiciones. El primer deber de un informador es informar (y a ser posible, señores de El país, la Ser, Cuatro, La Sexta, Canal Sur, etc... con la verdad).
Tanto han ganado al rebufo de Fernando Alonso y la F1 durante tantos años, que lo menos que podrían hacer es informar de vez en cuando sobre los resultados y designios del piloto español.

miércoles, 1 de julio de 2009

El Intermedio

Empiezo diciendo que en absoluto soy anticatalanista (por mucho que ellos se empeñen con sus "méritos "en que la mayoría de españoles lo seamos) y que es una tierra que conozco, que respeto y que además me encanta (al igual que su sucedánea Comunidad Valenciana). Digo esto, porque seguidamente voy a afirmar que el programa El intermedio, de La Sexta, presentado por El Gran Wyoming, es un programa procatalanista, totalmente sectario, al servicio de la propaganda progre y socialista... y que por tanto ya cansa en su formato y sus contenidos, por previsible, por reiterativo, por su afán contínuo por ridiculizar todo lo que sea PP, por sus embestidas contra la iglesia, por reirse de los andaluces y sus costumbres (especialmente de los sevillanos, su Semana Santa, su Feria, etc...) y por dar el coñazo dia tras dia molestando con el uso del catalán en varios momentos del programa, sobre todo por dos copresentadores. Y lo que irrita no es que lo usen, lo que irrita, es que lo hacen precisamente para molestar desde Cataluña (no olvidemos que La Sexta tiene raices y propietarios catalanes, regalo de zETApARO a los de siempre...) al resto del territorio que no conoce la lengua y que se ha ganado a pulso su antipatía.
Como chiste de un día puede pasar (y también sobrar), pero como método cínico, chulesco y prepotente, de decir aquí decimos lo que queramos, cómo queramos y si os molesta teneis un problema... resulta ciertamente irrrespetuoso, además de totalmente hipócrita y falso. Irrespetuoso porque el castellano es la lengua oficial de España, territorio para el cual tiene licencia de emisión La Sexta. Hipócrita porque se quieren sentir rechazados quienens rechazan, porque quieren transmitir normalidad y convivencia linguística quienes quieren discriminar y desterrar el castellano en el noreste español e hipócrita porque no sé muy bien por qué, creen sentirse en un estrato superior por disponer de una lengua que hablan (en muchos casos por imposición) 9 millones de personas, frente a los más de 500 millones que hablan ya castellano. Y falso, porque realmente no hacen lo que quieren y cómo quieren, sino que como todo progre al uso, hacen lo que les imponen y lo que los intereses, el bolsillo y los votos les dictan.