lunes, 13 de abril de 2009

Escribir en este blog, me pareció durante los días posteriores al último post, como recorrer un desierto en el que nadie te ve ni te escucha. La falta de comentarios y tal vez de lecturas, me desanimó a continuar y seguir así interiorizando lo que había pensado liberar mediante este medio.
Un comentario, solo uno, me ha servido para intentar dar otro empujón a este tren que se quedó apenas en la cabeza locomotora. Espero y deseo que alguién más, si alguien me lee, deje aquí constancia de su paso. No por querer quedar agradecido por lo que escribo. Más bien por saber que este rincón no es la aguja que nadie encuentra en el pajal que es internet.
Algunas cosas han cambiado desde mi último post, sobre todo en lo político. Ya no tenemos al eterno inquilino de San Telmo al frente de la Junta. Han cambiado de collar al perro. También han cambiado de nombres y apellidos, que posiblemente no de eficacia ni de resultados de gestión, algunos ministros, en lo que parece más un lavado de cara por la proximidad de elecciones al parlamento europeo que a un verdadero intento por remendar el enorme agujero que están produciendo a esto que algunos de ellos con la boca pequeña llaman España, fundamentalmente en lo económico.
Sin embargo hay otras cosas que no han cambiado (en cualquier caso a peor), como el ascenso incontrolado del desempleo y la utilización propagandística de los medios afines.
Pero como realmente la política no es un tema que me atraiga especialmente (a pesar de lo que pueda parecer por este blog), más bien me repugna, sobre todo por el cariz que está tomando en este país, en el que el más tonto se pasa de listo en cuanto se cobija bajo el paraguas del dinero público, intentaré opinar en adelante sobre otros asuntos más variados.

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