jueves, 12 de febrero de 2009

Dos Pájaros A Tiro

Érase una vez, tres Sres. que enfundados en ropas de deportistas verdugos (no de los "justicieros", de los miserables, de los que eliminan vidas por un inexplicable placer propio que solo sus semejantes pueden entender y compartir...), se encaminaban por unas sendas y parajes que al recorrerlas con escopeta en mano, creíanse dueños del destino de los seres vivos que las habitaban, quizás a diluir en pólvora y sangre sus frustraciones, quizás por sus primitivos instintos a sentirse amos y señores de otras vidas que creen inferiores y menos importantes que las suyas.
Pero no, esta vez no. El placer no debe nunca mezclarse con el trabajo y menos con un dedo metido en un gatillo. En esta ocasión se disponían a decidir, entre el asustado vuelo de los pájaros y el correr de los ciervos a los que como por gracia de Dios han perdonado la vida, sobre el destino de personas. Hay esta vez dos objetivos tras el punto de mira: crear una gran polvareda que desvíe la atención sobre los problemas reales de este país y como por el 2x1 de los supermercados, nuevamente manipular la decisión de unos votantes (en esta ocasión gallegos, vascos y más adelante con vistas a las europeas...) destapando la caja de los truenos en la cara de los adversarios políticos, de supuestas tramas, malversaciónes, comisiones y demás menesteres sobre los que ellos por otro lado han sido, son y seguirán siendo grandes maestros. Pero cuando las cosas se pongan en su sitio, el daño ya estará hecho, el objetivo conseguido y los corderos, como siempre, callados. Contentos viendo cómo se decide sobre su futuro, al igual que hace 40 años y como en las peores dictaduras de otros lugares, en un día de caza.
La prueba inequívoca de que cada vez existe un poder judicial menos independiente y más a merced y servicio del gobierno de turno, con la complicidad de la policía y como siempre, sin escatimar gastos, que la hucha de los corderos es ancha y además permanecen callados.
Estos cazadores de feria, encabezados por el juez estrella y muy pegado a su trasero el rojo ministro que como casi la totalidad de sus compañeros de cargo, está llevando su ministerio a los mejores índices de eficacia (esto solo lo perciibe ZP), además se mofan de sus fechorías; cuanto más huela a quemado y más sangre salpique, más grandes, superiores e importantes se creen. Deben saber que ellos no solo son verdugos, que también son víctimas: del dinero, del poder y de los peores y más primitivos instintos humanos.

1 comentario:

  1. Nos gusta tuy blog y lo hemos colocado en Bitacora Almeriense, en caso de qu eno lo desees nos lo dices y lo quitariamos inmediatamente.

    Un abrazo
    http://blogosferaalmeriense.blogspot.com/

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